Reciclar es el proceso en el que los residuos o materiales de desperdicio son recolectados y transformados en nuevos materiales que pueden ser utilizados o vendidos como nuevos productos o materias primas.
Reciclar es por tanto la acción de volver a introducir en el ciclo de producción y consumo productos materiales obtenidos de residuos.
Lo ideal para no agredir el medio ambiente es destinar cada residuo a su tratamiento: lo reciclable a reciclaje, lo compostable a compostaje -descomposición o transformación biológica del material orgánico-. El resultado de la descomposición de los residuos orgánicos de cocina y los residuos de jardín es el compost o humus, un oscuro acondicionador del suelo rico en alimentos.
En una visión ecológica del mundo, el reciclaje es la cuarta y última medida en el objetivo de la disminución de residuos; la primera sería la reducción del consumo, la segunda la producción y tercera la reutilización.Reciclar es por tanto la acción de volver a introducir en el ciclo de producción y consumo productos materiales obtenidos de residuos.
Lo ideal para no agredir el medio ambiente es destinar cada residuo a su tratamiento: lo reciclable a reciclaje, lo compostable a compostaje -descomposición o transformación biológica del material orgánico-. El resultado de la descomposición de los residuos orgánicos de cocina y los residuos de jardín es el compost o humus, un oscuro acondicionador del suelo rico en alimentos.
Los residuos se clasifican en dos grandes grupos, biodegradables -residuos de origen orgánico que pueden descomponerse e incorporarse nuevamente a la naturaleza-. Y no biodegradables -los que no sufren ningún proceso de descomposición o cuyo proceso no es espontáneo y requiere de grandes periodos de tiempo-, se incluyen los residuos peligrosos o de riesgo biológico.
!Recicla, el medio ambiente lo necesita! Escuche los concejos para hacerlo
Aunque los dos tipos pueden ser ampliamente aprovechados conviene reciclar los no biodegradables como son:
Vidrios: todo tipo de formas de botellas y colores, también espejos y vidrios rotos.
Papeles y cartones: periódicos, cuadernos, libros y revistas en desuso.
Plásticos: envases, juguetes o utensilios del hogar.
Metales: paraguas, tornillos, herramientas y cosas metálicas inservibles.
Botellas plásticas: recipientes desechables de bebidas.
Latas: envases de cerveza en lata o lubricantes, aditivos, aceites vegetales, etc.
Recipientes desechables: Cajas, contenedores, vasos y platos de cartón o plástico.
Maderas: muebles para la elaboración de aglomerados.
NFU (Neumáticos fuera de uso).
Textiles y cueros.
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